En este artículo Noelia Nieto, responsable del Laboratorio de Materiales Compuestos de Titania, describe el origen de su afición por la marroquinería y su pasión por los viajes. También, nos da su opinión sobre el ambiente de trabajo en la empresa.
“La artesanía es algo que me relaja mucho, y suelo dedicarle buena parte de mi tiempo libre”
Noelia Nieto, responsable de Laboratorio de Titania, creció en un ambiente muy creativo. Era habitual que tanto ella como sus dos hermanas pasaran las horas pintando, como veían hacer a su padre. Desde siempre, él había compaginado esta pasión con su dedicación profesional a la hostelería, hasta que un accidente lo obligó a dejar de trabajar y dedicarse plenamente a la pintura. Aprendió de forma autodidacta, y su huella está muy presente en la propia Titania: suyo es el original mural con retratos de toda la plantilla que cubre una de las salas de reuniones principales de nuestra empresa.
A Noelia, esta vocación creativa se le quedó muy arraigada, pero adquirió la modalidad de la artesanía. Ya que desde bien temprano, en su época de estudiante, desarrolló habilidades para trabajar con el cuero. El suyo, como el de su padre, fue también un aprendizaje autodidacta: a través de Internet e imaginación, comenzó a desarrollar cada vez más habilidades manuales en la producción de artículos como bolsos o carteras.
“Era y es algo que me relaja mucho, y al que suelo dedicar buena parte de mi tiempo libre”, explica, confesando que tiene cierta espina clavada con el hecho de no haber desarrollado un proyecto empresarial en firme asociado a esta habilidad.
De hecho, viendo sus bolsos y carteras, y también sus productos de bisutería, muchas veces le han preguntado por qué no se dedicaba a venderlas. La principal razón es la falta de tiempo. Ya que mucha gente no es consciente de la inversión de horas que requiere cualquier pieza. Un bolso, por ejemplo, precisa tres o cuatro jornadas de ocho horas, en el menor de los casos. Inversión de horas y también económica, ya que el cuero no es precisamente un producto barato.
“Es algo muy bonito poder regalar cosas hechas por mí a la gente que quiero»
De todas las piezas que ha producido, probablemente de la que se sienta más orgullosa es de un bolso que le hizo a su hermana, especialmente trabajado, y sobre el que siempre ha recibido numerosos elogios. La mayor parte de sus producciones, de hecho, han ido siempre destinadas a regalos. “Es algo muy bonito poder regalar cosas hechas por mí a la gente que quiero, no sólo marroquinería, sino también otras cosas, como crochés, que también hago”, comenta.
En Titania, una parte de su labor, como responsable del laboratorio de Materiales Compuestos, está muy relacionada en cierta medida con el trabajo manual, a través de la fabricación de paneles. “Aunque tiene poco que ver en general, ya que mi labor es mucho de planificación, lo cierto -explica Noelia- es que en la parte de fabricación, como a la hora de elaborar una pieza de cuero, hay que ser bastante habilidosa”.
“Estoy muy contenta en Titania, especialmente por el ambiente de trabajo. Hay mucha juventud, y creo que eso se nota”
Además de ser una gran aficionada a la marroquinería, Noelia es una incansable viajera. No le importa viajar sola, y siempre busca destinos muy diversos, de mochilera. Así, por ejemplo, junto a Vanesa Aragón, responsable de Calidad de Titania, a la que también dedicamos un artículo de esta sección, realizó el Transiberiano. El pasado mes de enero viajó a Perú, y tiene en mente, para un próximo viaje, visitar Mozambique, donde tiene un buen amigo. Trabajar en Titania no le permite todo el tiempo libre que quisiera, aun así se siente afortunada de una empresa como esta. “Estoy muy contenta en Titania, especialmente por el ambiente de trabajo. Hay mucha juventud, y creo que eso se nota”. Asimismo, se siente afortunada de haber podido quedarse en Cádiz, después de haber estudiado Ingeniería Química en la UCA: “De todas mis amistades, pocos somos los afortunados que hemos podido quedarnos aquí”, concluye.